El “Tren Chico”: Ramal entre Saboya y Capitán Pastene

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En La Araucanía hubo un tren de trocha angosta entre la estación Saboya y Capitán Pastene, más conocido en su sector como el “Tren Chico”. Hoy sus habitantes añoran la pérdida de esta verdadera reliquia que es parte de su historia.

Cuando en 1904 los colonos italianos que llegaron desde la lejana Italia a establecerse en las tierras que habían conseguido Salvador Nicosía y Jorge Ricci en su calidad de socios de la Empresa Colonizadora Nueva Italia, tuvieron que viajar en tren desde Talcahuano hasta el poblado de Los Sauces, en la provincia de Malleco. Hasta allí llegaba el tren en esa época, por lo que los nuevos colonos que debían viajar hasta las faldas de la Cordillera de Nahuelbuta, debieron hacer el trayecto en carretas contratadas previamente por la empresa colonizadora.

Las penurias pasadas durante el trayecto fueron mitigadas en parte por una comida servida en Lumaco, desde donde luego se trasladaron a su hospedaje, que por sus características sería conocido más tarde como “El Calvario”.

Tempranamente surge la idea de construir un ferrocarril que pueda sacar del aislamiento a estos esforzados colonos que siembran la tierra, crian animales, hacen maderas, pero no tienen como sacarlas en forma rápida desde su enclave a los centros comerciales de la región.

Fue así como el año 1905 quedaba listo el contrato en la empresa colonizadora y el Estado para construir un ferrocarril.

estacion trenes pastene
Tren en Capitán Pastene, circa 1920

Los trabajos se iniciaron una vez que se tuvieron listas las autorizaciones. Jorge Ricci, principal miembro de la Sociedad construyó la vía entre la estación Saboya y Lumaco con trocha de un metro de ancho, pagando los terrenos por los que pasaría el futuro ferrocarril. Debido a problemas financieros y a lo accidentado del lugar desde Lumaco a Pastene, Ricci entregó la construcción del ferrocarril al Estado, previo convenio, realizándose nuevos estudios que determinaron que para que fuera económico el trayecto, debía hacerse sobre una trocha de 0,60 cms.

Debido a esta situación la estación de Lumaco quedó al sur de río y de la misma población, por lo que la administración estatal hubo que hacer un paradero en el centro del pueblo, además de un túnel antes de llegar a Pastene.

El tren fue inaugurado finalmente en 1918 y según consignan algunas crónicas, la primera locomotora que llegó al lugar recibió el nombre de “Nahuelbuta”.

Con intermitencias el ferrocarril prestó activos servicios hasta principio de los años 70, cuando una comisión militar llegó a Pastene para levantar los rieles que fueron llevados para reforzar la vía del tren militar de Puente Alto a El Volcán, en las cercanías de la capital.

Los pasteninos no alcanzaron a reaccionar cuando ya locomotoras, coches y todos los elementos ferroviarios fueron levantados del lugar, quedado actualmente la estación de Lumaco (al parecer en manos particulares), el túnel y una huella por donde pasaba la vía que desde los primeros años del siglo los unió con la civilización.

estacion Lumaco
Ex Estación Lumaco, en 2012

Hoy, cuando el turismo comienza a dejar dividendos, los antiguos habitantes que viajaron en los estrechos asientos del tren, lamentan su pérdida y sólo pueden admirarlo en viejas fotografías que circulan de mano en mano y que gracias a algunos previsores han sido difundidas por los locales comerciales que se han encargado de enmarcar estos recuerdos para dar al turista una visión de los que fue este pequeño tren, al que todos le daban el apelativo de “El Tren Chico”.

Diversas medidas tendientes a conseguir que una de las máquinas y los coches que fueron parte de este tren puedan ser traídas hasta Pastene, para mantenerlas como recuerdo en la plaza, han fracasado.

En el museo Ferroviario de Santiago existe una de estas máquinas, conocida como la “5025”, en cuya ubicación ha sido declarada Monumento Nacional, lo que dificulta aún más la posibilidad de traerla hasta Pastene, como quisieran todos sus habitantes.

Historial locomotora 5025, en el Museo Ferroviario de Santiago

En febrero de 1906 fueron presentados los planos del ferrocarril Saboya-Pastene para iniciar la construcción por secciones, los que se retrasaron por dificultades, con lo cual el proyecto se inicio, a partir de febrero de 1908, con una distancia de 21,6 kilómetros hasta Lumaco.

Debido a dificultades y luego de haber invertido la suma de $350.000 en el proyecto, la sociedad se vio imposibilitada para continuar con la construcción, por lo cual fue cedido al Estado, imponiéndole la obligación de terminarlo. El Gobierno aceptó la cesión en 1909 y dando cumplimiento, se terminó la construcción hasta Lumaco, el 17 de junio de 1914.

El 4 de enero de 1918 se inauguró el segundo tramo hasta la ciudad de Capitán Pastene, con una distancia de 13,4 kilómetros.

Los primeros estudios y trabajos para la construcción de este ferrocarril se realizaron sobre la trocha de un metro (ancho de la línea), pero una vez traspasado al fisco, este determinó que la trocha más rentable era de 0,60 centímetros y que solo sería un sub-ramal, el cual estaría conectado al ramal de Púa (línea central) a Lebu (costa).

Este ramal de norte a sur comprendía las estaciones de Saboya (Km 0), Centenario (Km. 9), Marileo, Lumaco (Km 25), Centro y Capitán Pastene (Km 35).

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Locomotora alemana 5025, hoy declarada Monumento Nacional, en Museo Nacional Ferroviario de Santiago

Para recorrer este tramo fueron inicialmente asignadas 3 locomotoras a vapor, entre las que se incluyó la 5025, alemana.

Esta Locomotora arrastraba un tren compuesto por un coche de pasajeros de primera, uno de tercera, más vagones de carga y para abaratar su funcionamiento, posteriormente se le asignó un Autocarril –motor diesel-. Pero todo fue en vano, el tramo de Saboya a Capitán Pastene fue cerrado el año 1978.

Luego del cierre de este ramal, la locomotora 5025 fue transferida a Santiago, al taller de San Eugenio, hasta que en abril de 1998 fue trasladada al museo ferroviario de Santiago con la colaboración dela ACCPF -Asociación Chilena de la Conservación del Patrimonio Ferroviario-, para ser conservada y exhibida a la comunidad nacional e internacional, junto a otras locomotoras de la época de oro de la tracción a vapor en Chile.

Fue declarada Monumento Histórico Nacional por parte del Consejo de Monumentos Nacionales el 20 de julio de 1998 Nº 778 Exento.


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