Hemos estudiado en comentarios anteriores el llamado Catolicismo Popular, inagotable corriente de Fe y Piedad inculturadas que, en Chile como en las Américas, arranca desde la primera evangelización del Continente y se manteniene y crece hasta hoy, con notabilísima continuidad (El Catolicismo Popular: Reconocimiento de la Iglesia y Juan Pablo II y la Piedad Popular Chilena).
Admirable Resilencia: una Travesía de más de 400 Años
Son más de 400 años de ricas expresiones de la vida y de la Fe católicas de nuestros pueblos, que llegan hasta nuestros días, sin perder su originalidad humana y cultural.
Fe inculturada de los pobres y sencillos de nuestra América, recibida un día ya lejano de heroicos evangelizadores, en medio a los encuentros y desencuentros de la Conquista. Ella atravesó toda especie de vicisitudes históricas: abandonos y olvidos centenarios, desdén racionalista y, más recientemente, crítica de ciertos teólogos de la liberación deslumbrados con la pseudo-ciencia marxista.
Hay en esta persistencia una conmovente y sabia resilencia.
Su crecimiento actual en riqueza de expresión, en contenido y su expansión
Quien lo dude, que preste atención cuidadosa en el testimonio potente que representa la afirmación actual de esta autentica y hoy reconocida espiritualidad popular. A la vista de todos está la sólida afirmación colectiva de Fe, revestida del despliegue sin pretensiones, pero tranquilamente ufano, de la original belleza y alegría de sus expresiones rituales con todo su admirable color local:
La Tirana, Ayquina, la Candelaria de Calama, Andacollo, Lo Vazquez, Isla de Maipo,Yumbel, Caguach, Cruz de Mayo, San Isidro; Bailes religiosos, jinetes de Cuasimodos, vigilias familiares de Cantores a lo divino y tantas otras expresiones grandes o pequeñas cada vez más vigentes de esa Fe vigorosa y sencilla en los más diversos rinconces de nuestra patria. (Ver nuestra sección de Fiestas Religiosas)
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Pero vivimos en una época de caos y de sorpresas…Nos disponíamos a profundizar en la paulatina acogida de la Iglesia al Catolicismo popular en el pos-concilio, cuando nos ha salido al paso una cuestión especialmente delicada y de ámbito e importancia mundial. Ella ha ido asumiendo relevancia en los últimos meses. Primero, discretamente y en medios muy espcializados; hoy comienza a presentarse de un modo más abierto y preocupante a plena luz del día.
Parece conveniente hacer un alto en nuestro desarrollo y abordarla de frente.Vamos al grano.
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En ciertos medios católicos se está tendiendo últimamente a buscar, con peligrosa insistencia, una supuesta contradicción entre la orientación del pontificado del Papa Benedicto XVI y las del pontificado del Papa Francisco. Tal tendencia va tomando ribetes preocupantes y –en algunos casos– hasta lamentables connotaciones divisionistas.
Sucede justamente, por singular que pueda parecer, que el análisis de la posición armoniosa de ambos Pontífices ante el Catolicismo popular tradicional con toda su rica realidad y su tranquila pero irrenunciable voluntad de ser, arroja luz o da importantes claves para aportar elementos de respuesta a este delicado y falso dilema.
Es lo que entre otros aspectos veremos en el próximo artículo.