El domingo 7 de abril, inmediatamente siguiente a la Pascua de Resurrección, Colina se vistió de gala y tradición con la celebración del Cuasimodo Más Grande de Chile, una de las fiestas religiosas más grandes del país.
Este año fueron más de 1.500 jinetes los que se sumaron a los sacerdotes católicos que llevaron la Eucaristía a las personas que no pueden asistir a misa, como postrados y enfermos.
La fiesta religiosa, realizada en conjunto por la municipalidad, la Asociación de Cuasimodistas de Colina y la Iglesia Católica, tuvo a la alcaldesa Isabel Valenzuela como una de sus más entusiastas participantes. “Fue un recorrido realmente precioso, y además lleno de devoción. Lo que más admiro es el tremendo respeto que muestran las vecinas y vecinos cuando pasa el Santísimo, Cristo Sacramentado, las personas que se arrodillan, y también muchas familias que saludan al recorrido. La fiesta de Cuasimodo me emociona mucho, en particular porque es tan nuestra, tan de Colina, con todas sus tradiciones que se conservan hasta hoy, son muchos los jinetes que hoy han sido parte de esta celebración y a mí me alegra mucho”, afirmó la jefa comunal.
El presidente de la Asociación de Cuasimodistas, Santiago Herrera, también realizó un positivo balance de la jornada: “El entusiasmo que hemos visto hoy nos satisface mucho, porque nos muestra que la tradición del Cuasimodo está viva y muy viva en la comuna. Hoy corrieron muchos niños y jóvenes, algunos por primera vez, y eso nos da esperanza de que en el futuro continuaremos con esta fiesta religiosa tan linda que tenemos acá en Colina. Además de todos los jinetes que fueron parte del Cuasimodo, estamos muy contentos con la cantidad de gente que salió a la calle a acompañarnos, a hacerse parte de esta fiesta”.
A diferencia de otras comunas donde se celebra Cuasimodo, en Colina se continúa llevando a cabo sólo con jinetes a caballo, continuando con una tradición que tiene más de cien años de existencia de la misma manera en que se ha hecho desde principios de siglo XX.
La fiesta de Cuasimodo replica una antigua práctica de acompañar a los sacerdotes que recorrían los campos chilenos llevando la Eucaristía, y que corrían peligro de ser asaltados en los caminos. Con la desaparición del bandidaje, la necesidad se convirtió en tradición que hoy reúne a toda la comuna el domingo inmediatamente siguiente a la Pascua de Resurrección.
Fuente: colina.cl