Ministerio de Agricultura y Conaf lideran proyecto de museo y sendero para observar geoglifos a 145 kilómetros de Iquique.
El desierto chileno es un lugar excelente para contemplar los rastros de antiguas civilizaciones que habitaban nuestro territorio. Tal como si fuese un gran lienzo, los geoglifos son la manifestación de la apetencia del ser humano por la belleza y por conceptualizar la realidad que lo rodea.
Es por eso que un proyecto, liderado por la Conaf y el Ministerio de Agricultura, pretende construir un museo en el que se pueda disfrutar de las más de 450 figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas, distribuidas a lo largo de tres kilómetros, cuyos posibles creadores, fueron integrantes de la cultura Tiwanaku, quienes las dibujaron hace más de 500 años.
Próximamente, ese trabajo podrá ser conocido en profundidad gracias al museo y centro de visitantes que desde septiembre operará en el lugar.
El proyecto, busca potenciar el turismo actualmente desarrollado en la zona. «Este lugar tiene gran potencial y no ha sido explotado. Hemos tomado la decisión de que en todas las áreas silvestres protegidas se permita la mayor cantidad de observación posible», asegura Eduardo Katz, gerente de áreas protegidas de la Conaf.
El plan comprende la construcción de un museo que funcionará también como centro de información al visitante. El lugar, de unos 160 metros cuadrados, se construirá bajo tierra para disminuir el impacto visual de la estructura y optimizar el control de la temperatura en el extremo norte chileno.
Además, se implementará un sendero de 1,5 kilómetros, que incluirá estaciones de descanso y señalética interpretativa del sector.
Por último, un albergue será el nuevo hogar de los dos guardaparques encargados de custodiar la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, sitio en el que se encuentra Cerros Pintados y sus geoglifos.
En la zona, ubicada a 140 kilómetros de Iquique, se han descubierto sectores arqueológicos datados entre los años 500 y 1450 aC. Además de los dibujos diseñados en la ladera del cerro, los arqueólogos han identificado campamentos y un sendero prehispánico que conectaría el oasis de Pica con la costa.
El proyecto de gestión turística costará $ 250 millones y será financiado por el gobierno regional de Tarapacá y la minera Collahuasi.
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Fuente: La Tercera