Un sr. Alcalde de cierta ciudad del norte está pidiendo decretar se elimine de nuestro vocablo la denominación de “PACO” para referirse a los ilustres miembros de la querida institución “Carabineros de Chile”, so pena de una multa a quien así los denomine.
“Craso error”, como diría algún catedrático. Sería borrar de una plumada más de trecientos años de historia, porque el nombre que ha servido para discriminar a nuestros carabineros, lamentablemente no les pertenece, porque es un nombre que surgió en la época colonial, en los tiempos de los viejos Serenos. Según cuenta una de las historias había un Sereno llamado Francisco (de ahí el español apócope de “Paco”), quien solía amedrentar a los badulaques que se peleaban a pedradas en las orillas del Mapocho, a cuyo frente estaba enclavado el barrio de La Chimba, actual Recoleta e Independencia.
Era tan frecuente esta distracción que practicaban a diario los chimberos, que también se asomaba Paco por esos lares y como decía, las arremetía con su jamelgo contra tan indisciplinados ciudadanos, el que muy pronto se hizo conocido entre la muchachada, que alegre gritaba entre piedra y piedra, ¡arranquemos que viene PACO!
Así, el nombre de PACO, se convirtió en “EL PACO”, sirviendo para denominar a cualquier policía y se fue entroncando en las distintas formaciones policiales desde La Colonia al momento actual. Supieron de PACO los serenos, los guardias municipales y luego las policías fiscales y comunales, pero esencialmente fueron así llamadas por el vulgo (y los no tanto), las policías de los pueblos y ciudades. No recibieron ese trato los Gendarmes de las Colonias, más conocidos como Trizanos y el Cuerpo de Carabineros (así se llamaban antes de 1927), pues ellos fueron una policía eminentemente rural.
Ahora, ¿qué dicen internamente los actuales Carabineros? Lo cierto es que dentro de las filas también se usa este antiguo apodo con mayor o menor relieve. Se dice que es “BUEN PACO”, el que realiza un trabajo efectivo, el que sabe llevar un procedimiento en la calle, el que además de la parte legal, puede efectuar una buena acción.
El nombre de “PACO”, bien empleado no tiene mayor trascendencia y un carabinero está acostumbrado a que lo llamen como tal. Total, PACO, sólo es apócope de Francisco y si bien se puede decir con humildad, con amor o con odio, es una denominación que se puede gritar a todo pulmón, sin que ello signifique perder la decencia ni entrar en la chacra de las palabras indecentes, hoy tan de moda a todo nivel. “Soy PACO”, “entré de PACO”, “soy PACO y qué”, son acepciones netamente usadas entre el personal, que ve con aprecio este apodo, que en cierta forma le da jerarquía entre sus semejantes.
Entre los PACOS (entiéndase Carabineros), hay de todo, usted encontrará desde un buzo hasta deportistas de elite, incluso medallistas olímpicos, poetas, payadores, folcloristas, profesores, abogados, ingenieros, intérpretes y de un cuantuhay. Tanto es así que por ahí a fines los sesenta, se dispuso que un 27 de abril salieran patrullas por los campos, para alegrar el día de los campesinos. Entonces aparecieron guitarras, armónicas, acordeones, cantantes y declamadores quienes pudieron participar en escuelas rurales, donde todavía era muy difícil llegar, dando así una tonalidad diferente a esta función policial que desde años atrás desempeñaba numerosas labores, como la acogida de menores en sus cuarteles, la formación de brigadas de lustrabotas, las brigadas forestales, brigadas de tránsito, y otras actividades extra-policiales, teniendo presente que algunas de ellas tenían data ya desde las policías fiscales.
Una nota social y reconfortante la colocan el Cuadro Verde y el Orfeón, que tiene el carácter de Nacional, con cuyo merecimiento ambas formaciones recorren el país alegrando a los habitantes de pueblos y ciudades, con presentaciones internacionales ante reyes y presidentes, quienes han quedado impresionados por las habilidades de estos PACOS que dominan los caballos al mejor estilo, mientras que los clarines del orfeón llenan con sus tonalidades los distintos escenarios en que se presentan.
No olvidemos que los PACOS son el primer resguardo de nuestras fronteras y como tal han tenido que responder durante los conflictos limítrofes del río Lauca, el Beagle, Palena, Laguna del Desierto y otros, como la amenaza Argentina del año 1978.
Mención aparte la de los policías municipales de 1879, quienes fueron embarcados al norte formando los batallones “Bulnes”, los de Santiago y “Valparaíso”, los del puerto; recordando que las tropas del Bulnes fueron destinadas al resguardo de Lima, efectuando labores policiales desde el primer día de la ocupación, no obstante haber participado directamente en algunas acciones de guerra propiamente tal. Esos sí eran PACOS, “PACOS AZULES”, como les llamaban en esa época.
Entendemos que a nivel ciudadano PACO, puede sonar discordante, pero seamos justos, un apodo con tanta prosapia no lo tiene cualquier institución, por lo tanto, en razón de la historia valoremos la dignidad de nuestros PACOS que todos los días del año están presentes desde Visviri a Puerto Toro, para atendernos ante cualquier calamidad pública o algún delito que afecte nuestra vida personal. Es más, valoremos a aquellos PACOS, que en el límite de sus atribuciones han ayudado a traer a feliz vida a numerosas criaturas a lo largo del país.
Y volviendo a quien quiere penar a los que con odio les dicen PACOS a nuestros carabineros, no nos pongamos graves, total siempre que alguien está en apuros, de lo primero que se acuerda es que “HAY QUE LLAMAR A LOS PACOS”, no importando si eso suena o no despectivo.
*Ilustraciones tomadas de la revista Carabineros de Chile