Charla: La Construcción de la Iglesia de San Francisco y su resistencia a los terremotos

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En el marco de las celebraciones de los 400 Años de la iglesia San Francisco promovidas por el Museo de Arte Colonial de San Francisco, el viernes 7 de septiembre la arquitecta Natalia Jorquera dictará la charla “La Construcción de San Francisco y su resistencia a los terremotos”.

Charla: La Construcción de la Iglesia de San Francisco y su resistencia a los terremotos

El viernes 7 septiembre, a las 19:00 horas, continuará el ciclo de charlas con el que el Museo San Francisco está celebrando los 400 años de la construcción del templo. Este mes, la exposición será sobre la resistencia sísmica de la iglesia y estará a cargo de la doctora en Tecnología de la Arquitectura Natalia Jorquera.

De manera simple y exhaustiva, la especialista se referirá tanto la conformación como la evolución arquitectónica de la construcción con fecha conocida más antigua de Chile, edificada entre los años 1586 y 1618. La arquitecta Natalia Jorquera, académica de la Universidad de Chile, por medio de un proyecto Fondecyt analizó -apoyada por un equipo interdisciplinario- la iglesia San Francisco, con el objetivo de dilucidar en qué se basa “su buen comportamiento sísmico, considerando que el edificio está construido con técnicas calificadas como frágiles por la ingeniería contemporánea -mampostería de piedra, albañilería de ladrillo sin refuerzos y adobe- y que se erigió en un contexto pre-industrial donde aún no existía ni el cálculo de edificios ni las normativas sísmicas”.

Durante el proceso y más allá de la respuesta a la pregunta inicial, el proyecto arrojó pistas para nuevas aristas investigativas, como el uso prehispánico del lugar, al haber sido encontrados objetos rituales incas en el subsuelo, y el empleo de saberes indígenas antisísmicos, al descubrirse que el templo tiene como base bolones sujetos por grandes piedras en los costados que habrían permitido el zigzaguear de la gran edificación en los terremotos.  

La investigación también permitió ratificar científicamente algunos datos historiográficos, como que sus paredes fueron construidas con piedras traídas del cerro Blanco y el artesonado con maderas de ciprés de La Dehesa; calcular el peso de la iglesia; medir el grosor de los muros, identificar las intervenciones arquitectónicas sufridas a lo largo de sus 4 siglos; entre otros.