El próximo 14 de septiembre un moái saldrá de Isla de Pascua hacia Valparaíso; desde allí su viaje seguirá hacia el lejano Japón, donde será instalado finalmente en la ciudad de Minami Sanriko.
Dicho así causa sorpresa, amigo lector, pero no se alarme; no es comercio patrimonial ni nada semejante, sino un nuevo moái esculpido por talladores del clan Tuki Pate con el fin expreso de viajar a la otra orilla del Pacífico. La motivación, espontánea, ha sido honrar los vínculos entre ambas islas, surgidos a partir de una tragedia bien conocida para las dos: los tsunami.
En 1960 ocurrió en Valdivia el terremoto más grande que registre la historia moderna. La potencia del sismo generó olas de tsunami que viajaron por el Pacífico y, llegando a Isla de Pascua, devastaron Ahu Tongariki, el sitio ceremonial más importante de Rapa Nui. La fuerza del mar barrió los 15 moais que conformaban el ahu, llevando algunos hasta 100 metros tierra adentro.

Desde entonces se hicieron esfuerzos para reconstruir el lugar sagrado, pero el apoyo japonés, entregado durante los años 1992 a 1996, fue crucial para llevar a buen puerto este empeño. Los habitantes de Isla de Pascua no lo olvidaron.
Cuando el terremoto/maremoto de 2011 golpeó la costa pacífica nipona, destruyó entre tantas cosas el moái de Minami Sanriko, considerado símbolo del pueblo. La noticia llegó al clan Tuki Pate a través de las noticias. Sensibilizados, decidieron esculpir un nuevo moái y ofrecerlo a los japoneses en sustitución del que fuera arruinado por el mar. “Japón nos ayudó tanto… Para nosotros es un honor regalar este moái y, a mis 93 años, probablemente sea el último que haga”, dice Manuel Tuki Tuki, el patriarca.
La figura tiene 2,8 mts de alto, sin contar el pukao (roca cilíndrica añadida sobre la cabeza de la estatua, imitando una especie de moño) ni la base. Está construida en piedra volcánica, y para moverla ha sido necesaria maquinaria especial debido a su peso.
Una delegación japonesa viajó a Rapa Nui este mismo mes a fin de expresar su agradecimiento a los isleños. “Para nosotros, este moái es un símbolo de nuestra reconstrucción”, manifestó Takaki Sato, profesor del pueblo que recibirá la escultura.
Ahora en pleno viaje, el moái será entregado oficialmente en marzo de 2013, cuando se cumpla otro aniversario de la tragedia.
Fuente: El Mercurio / Chile.com