Sombrerería del Dr. Woronoff, un clásico porteño

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dr. woronoff
Antiguas cajas de sombreros adornan las estanterías

A principios del siglo XX, los periódicos informaban al mundo de los extraordinarios logros científicos que un médico francés decía haber conseguido mediante una extraña especialidad: transplantes de glándulas de monos en seres humanos, en busca de la eterna juventud.

Ese hombre era el cirujano Serge Abrahamovitch Voronoff, de origen ruso, quien pasó a estar en boca de todos. Cuento corto: no mucho después el Dr. Voronoff cayó en desgracia y su investigación fue desprestigiada por la comunidad científica; incluso hay quien lo mire como sospechoso de provocar la epidemia del Sida con esos implantes de glándulas de monos en seres humanos, que tanto renombre le dieron allá por los años 20 y 30 del pasado siglo.

El tema es que por esos mismos años un avispado inmigrante italiano ponía una tienda de sombreros en Valparaíso, y decidió valerse de un nombre de fama, que invitara a la clientela a vestir sus modelos. Era Jacinto Cademártori y en 1927 abría las puertas de la “Sombrerería del Dr. Woronoff, el sombrero que dura para toda la vida”. Obviamente había “acomodado” el apellido para dar la idea de uno alemán, y además enganchó su producto al empeño de longevidad que perseguía el científico todavía célebre. Tan bien le fue, que abrió una segunda sucursal en Cochrane esquina Pérez Gacitúa, a una cuadra de la Plaza Echaurren. Este local quedó a cargo de su hermano, José Cademártori Rosso.

Quien visite la sombrerería conocerá uno de de los clásicos de Valparaíso. Ubicada frente al Congreso Nacional, mantiene en sus estanterías las antiguas cajas en que se vendían los sombreros de origen inglés, francés, español y brasileño. Conserva esas antiguas maderas de las vitrinas y ese aire de época que llama tanto la atención.

Hoy es atendida por Francisco Soto-Aguilar Besa, su tercer dueño después que Cademártori la vendiera a Patricio Cabello en 1970. Él está desde el 2006 y ha realizado un gran esfuerzo por mantener la estética del lugar. Su especialidad son los sombreros de pita, de varias procedencias, pero principalmente ecuatorianos, los “panamá” que son hechos a mano trenzando las hojas de la palmera de paja-toquilla. Su distintivo es la calidad de los productos y la calidez en la atención.

Si anda por Valparaíso no puede dejar de visitarlo.

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“Sombrerería del Dr. Woronoff”
Av. Pedro Montt 2899, esquina 12 de Febrero,
Valparaíso. Teléfono: 2212375.
http://www.facebook.com/sombrerosworonoff