Versión 2013 del Concierto de Ciudad para sirenas de barco, campanas e instrumentos de bronce en Valparaíso

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Buques, campanarios y músicos de la ciudad de Valparaíso se unen en un nuevo “Concierto de Ciudad”. La instancia se vivirá el día Domingo 27 de Enero entre las 21:00 y 22:00 hrs en diferentes puntos del Puerto entre miradores, quebradas y un punto focal en el Parque Cultural de Valparaíso.

barberEl escenario es Valparaíso mismo; los músicos principales son barcos y campanarios; la acústica está a cargo de las quebradas que corren entre los cerros; el puerto y sus sonidos más simbólicos componen la sinfonía: es el Concierto de Ciudad.

Se trata de un evento organizado por Tsonami Festival, el cual hace partícipe a la ciudad con diferentes elementos inherentes a su vida diaria como los buques, armatostes que sirven de base para generar con sus pitos sonoridades de características fragmentadas. A su vez, los músicos acompañan con instrumentos de viento, las iglesias aportan con sus campanas y la bahía con los pitos de los buques, logrando juntos una pieza paisajista —verdadero “paisaje sonoro”— única de vivir en el mundo a una escala tan amplia como el propio marco urbano del Puerto.

Los lugares de escucha son:

    • Parque Cultural Valparaíso
    • Paseo Yugoslavo
    • Paseo Gervasoni
    • Paseo Atkinson
    • Intersección de las calles Lautaro Rosas con Santa Isabel en Cerro Alegre
    • Acceso superior Ascensor Reina Victoria
    • Mirador Pasaje Camila
    • Plaza Bismarck
    • Mirador Camogli
    • Miradores en Camino de Cintura
    • TAC Cordillera y todo tipo de terrazas y espacios abiertos en altura.

Las recomendaciones para que escuche bien el concierto son:

    • Mejor cuanto más equidistante entre varios puntos sonoros. Acercarse mucho a un solo foco sonoro, le velará los diálogos, los lejos y cerca, los fértiles tropezones del sonar.
    • Cree a su alrededor un espacio de atención y calma, sólo así podrá atender convenientemente el sonar de los bronces y las sirenas.
    • Busque lugares abiertos. Abra ventanas, suba a sus terrazas o acuda al mirador más cercano. Mejor cuanto más alto.
    • Deje las prisas y los motores apagados.
    • Que nadie espere melodías y ritmos conocidos y banales: sonarán sirenas, bocinas y viejas campanas al aire, sin afinación precisa, pero en rico diálogo.
    • Muévase y guíese por su oído. Pero tenga en cuenta siempre que cualquiera de las soluciones que escoja esconderá otras igualmente válidas.
    • No es un concierto pasivo sino que cada cual debe construir su itinerario sonoro en busca de ecos, retumbos y repiques, surgidos del combate entre la partitura escrita y la complicada orografía de Valparaíso.
    • No es concierto de estruendos y evidencias sino de sutilezas, ecos y melancolías.
    • Tómese su tiempo. Recréese en el goce de lo distinto. Evite espacios de sombra sonora.