La antigua tradición mapuche del We Tripantu, que marca el comienzo de un nuevo año, es celebrada en diversas comunidades de la región de la Araucanía. En la Escuela Nro. 73 de Vallepenco (sector rural de Lautaro) no quisieron estar ajenos a esta costumbre y convocaron a sus alumnos y apoderados a celebrarlo el viernes 26 de junio.
Cañas de coligüe, un rehue engalanado con ramas de canelo, chuecas y caballitos de madera, junto a varios mesones en que cada curso disponía los alimentos que sus apoderados prepararon para la celebración, eran el ambiente que acogía a esta comunidad educativa.
Rubén Venegas, Director de la escuela, destaca el rescate de las tradiciones que se produce al incentivar estas actividades con los padres y alumnos. Con un 85% de ellos de origen mapuche, en ellos reviven sus tradiciones, y en los restantes generan un conocimiento y respeto por este saber ancestral.
Especialmente invitados a dirigir la ceremonia estaban los machis Teresa Melín y Elvis Huinca Iñaipil, ex alumno de la Escuela. De tan solo 20 años, Elvis destaca por haber aceptado el llamado de la tradición y participar de este mundo que comúnmente asociamos a mujeres mayores.
El We Tripantu
Antiguamente era una celebración que duraba varios días y tenía diversos momentos muy marcados. Hoy se adapta a las nuevas costumbres. La vigilia en que se contaban historias, epew (cuentos) y nütram (relatos) en torno al fogón, y dónde al amanecer se llevaba a los niños al río para bañarlos en sus frías aguas despojándolos de todo lo malo del año anterior, hoy se centran en el guillatún, o rogativa de agradecimiento, en que los machis al son del kultrun, piden a los dioses por la nuevas cosechas cantando y rociando el altar, que tiene los frutos de la tierra, con abundante muday (bebida elaborada a base de maíz o trigo).
Después de la rogativa, y al acompasado sonido del kultrun del machi Elvis, los “chaiquepurun” o bailarines sagrados con plumas de avestruz en la cabeza, en grupos de cinco con sus gestos, pasos y ademanes interpretan el movimiento de esta ave alrededor del rehue. Primero es un grupo de niños, luego de niñas y finalmente de adultos.
Mientras, las familias comparten tortillas de rescoldo, catutos, mote, papas cocidas, sopaipillas y carne asada bajo los coligües que asemejan una ramada.
Las mujeres mapuches y profesoras del colegio llevaban el traje típico de la mujer: trapelacucha, trarilonko, chales negros con bordes verdes y cintas amarillas, rojas y blancas que caen desde el cabello.