En plena avenida Pedro Montt, de Valparaíso, a un costado del terminal de buses y a pasos del Congreso Nacional, se encuentra la bodega del mismo nombre o “Bacigalupo”, como es conocida entre los porteños. Sus grandes estanterías llegan hasta el alto techo; cajas de cartón sobre el mostrador tienen las ofertas; un sinfín de aliños, especias, tarros y aceites le dan un aroma al ambiente que lo hacen característico y que nos hacen volver en el tiempo.
La Gran Bodega Pedro Montt Bacigalupo y Cía. es uno de los últimos almacenes abiertos por inmigrantes italianos a comienzos del siglo pasado que va quedando en el puerto. Hace un par de años cerró el clásico “Emporio Echaurren” agobiado por la delincuencia y el deterioro del barrio.
El almacén fue fundado en la primera década del 1900 por los hermanos Santiago y Bernardo Bacigalupo Garibotto, inmigrantes llegados de Génova. Hoy lo administran sus hijos Roselba y Ezio, quienes juntos a un tercer socio mantienen la bodega desde los años 80.
Aquí abundan el papel craft y la pita para envolver. Muchos productos se venden a granel por lo que las tres romanas “Dayton” no pierden la línea pesando té, azúcar, porotos y un cuanto hay de productos. Arriba de la caja un antiguo reloj mural indica el paso de las horas.
Otro aspecto que también marca la diferencia es la atención. Algunos de los vendedores llevan más de cuarenta años atrás del mostrador. A la clientela la conocen por su nombre y le avisan la llegada de los nuevos productos. “¿Qué se le ofrece señor?”, es lo primero que le dicen a uno cuando se acerca al mesón, y después de traer la mercadería agregan un amable “¿va a querer algo más?”. Nada de apuros ni gritos; en cambio, una atmósfera tranquila invita a observar y recuperar el relacionamiento más humano y cordial de antaño.
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Bacigalupo y Cía. Ltda.
Av. Pedro Montt 2797. Valparaíso.
Tel. (56 32) 22 17 131