La lancha chilota a vela tradicional comienza a surcar las olas de las aguas de Chiloé hacia fines del siglo XIX, siendo utilizada desde el Seno de Reloncaví hasta el Golfo de Corcovado. Durante poco más de un siglo impulsa la colonización, el comercio transportando maderas y otras mercancías, junto con mantener una comunicación fluida entre Chiloé continental, las diversas islas y Angelmó. En esos años no existían caminos, el transporte terrestre era incipiente y el mar, la gran carretera que unía la región. Hoy casi extintas, ellas representan una una rica tradición del Archipiélago y quieren volver a navegar a través de un proyecto de turismo patrimonial.

Sus constructores, los carpinteros de ribera, son personajes únicos. Herederos de una tradición oral en el oficio de conocer y trabajar las diversas maderas adecuadas para luego unirlas y dar vida a la lancha, cuyas dimensiones no eran siempre iguales pues dependían de los tamaños de los grandes troncos que usaban, “presentando variaciones en la altura del velamen, manga, eslora, puntal y arqueo”. Otro rasgo distintivo es que estos particulares carpinteros, eran al mismo tiempo grandes capitanes, navegantes del viento que palpaban los obstáculos y ventajas del medio y aplicaban mejoras para que fueran más rápidas, llegando así, desde comienzos del siglo XX, a organizar regatas donde su lanchas despliegan toda su estampa y versatilidad llena de color local.
Su belleza y distinción, unida a su fuerte carácter identitario, cautivó a diversos pintores que con sus pinceles, atriles y bastidores visitaban casi a diario la desaparecida Casa de Lanchas de Angelmó destacando, entre ellos, el conocido Arturo Pacheco Altamirano, quien tan bien supo inmortalizarlas en sus cuadros
Sin embargo si hoy Ud. viaja a Chiloé y escruta sus aguas esperando encontrar estos iconos de su cultura, quedará decepcionado…No los hallará, y a quienes los construyen tampoco. La mecanización de las lanchas en los 60 fue desplazándolas. Los pescadores prefirieron la rapidez de un motor que les aseguraba horarios y distancias. Y los carpinteros de ribera fueron recibiendo encargos acorde a nuevas necesidades, siendo cada vez más escasos los pedidos de lanchas. Hoy solo se encuentran tres artesanos capaces de construirlas en Haulaihué, provincia de Palena y fueron declarados Patrimonio Humano Vivo el año 2014.
Proyecto Ciprés: Navegación Patrimonial en Chiloé
No obstante, hoy se abre una real posibilidad de poder revivir esta antigua tradición cultural de los navegantes chilotes a través del proyecto “Ciprés: Navegación Patrimonial en Chiloé” que compite por un fondo concursable del Laboratorio de Gobierno, Aulab Turismo, y que se encuentra en su última etapa, la de exponer y presentar ante un jurado experto para así poder ejecutar el proyecto.
Este consiste en un servicio turístico especialmente diseñado para Chiloé, que pone en valor tanto la antigua tradición de construcción en madera del clásico chalupón a vela, como en el arte de su navegación por sus canales. Esto mediante la experiencia de navegar en una lancha chilota a vela, entre las islas con un paisaje rodeado de volcanes y con visitas a un astillero de ribera, rediseñado y transformado en museo temático abierto al público.
Hernán Serrano, Diseñador y experto en diseño náutico, y quien es el tutor del equipo multidisciplinario que lleva el proyecto nos cuenta que “la idea nace en el momento en que cada vez que tengo la oportunidad de navegar a vela en Chiloé, siempre tengo la sensación de hacerlo en un lugar absolutamente privilegiado en el mundo y que debe ser la misma sensación que los chilotes tuvieron siempre, pero que lamentablemente ya casi se encuentra extinta. Y como siempre he estado ligado al mundo náutico, visitando algunos astilleros de la zona, noté que los encargos eran muy distantes de los diseños originales chilotes. Me di cuenta que se iba deformando el diseño original en los nuevos pedidos y eso como diseñador me parece una pérdida patrimonial. En la universidad PUCV tuve la posibilidad de estudiar el rol estratégico del diseño en Chiloé y eso fue algo que me sigue haciendo mucho sentido.”
En este momento están junto a otros 14 finalistas, luego de haber pasado un proceso de selección entre otros 60 proyectos, y muy optimistas de poder resultar ganadores.
Maximiliano Heiremans, quien hace parte del grupo como Ingeniero en Turismo, nos cuenta que de conseguir los fondos, “en mayo comenzaría la etapa de pilotaje, que dura seis meses, donde se afinan los últimos detalles, se definirán las rutas náuticas y en tierra, planes de contingencia y publicidad. En este periodo también se testeará el servicio con turistas y clientes interesados. Luego se implementará el proyecto consolidado. Nuestro objetivo es tener el proyecto andando para el verano del 2018.»
Un proyecto de rescate patrimonial que ha conseguido motivar a este grupo de jovenes universitarios, a carpinteros de ribera, constructores y habitantes de Chiloé “porque entienden el delicado futuro de este patrimonio y quieren evitar su extinción” y que de concretarse luchará contra “la estacionalidad que un proyecto de turismo náutico chilote plantea, ya sea por fuertes vientos, temporales, lluvias y frio del invierno”, agrega Heiremans.
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Ciprés, Navegación Patrimonial en Chiloé
Proyecto finalista AULAB Turismo
Integrantes:
Hernán Serrano (Tutor)
Diseñador Industrial PUCV
Magister (c) Diseño Estratégico UV
Experto en Diseño Náutico
Académico U. de Chile
Diego Lepian
Carola Sánchez
Facebook: Ciprés: Navegación Patrimonial en Chiloé
Instagram: @cipres.navegación.chilota
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