Luego de un largo viaje en barco hasta Talcahuano, los primeros colonos que venían con destino a la Frontera fueron embarcados en un tren de itinerario hasta el pequeño poblado de Los Sauces. Allí, eran esperados por autoridades de colonización, los empresarios de la colonia y los peones expertos en la conducción del único medio de locomoción capaz de llevar carga inerte y humana por los difíciles caminos de la Cordillera de Nahuelbuta: la “carreta chancha”, embrión de los medios de transporte, con ruedas de madera de una sola pieza, muy angosta para sortear las huellas camineras, que se internaban cordillera arriba y tiradas por una pequeña yunta de bueyes, acostumbrados a pasar por cuanto obstáculo se les pusiese en el camino. Así llegaron a las tierras de La Frontera los colonos en busca de un mejor futuro, quienes con esfuerzo, trabajo y dedicación manual dieron vida al poblado que llamaron Nueva Italia y que más tarde sería bautizado como Capitán Pastene.
El año 2004 se celebraron los 100 años de este avance pionero, oportunidad en que nuevamente las carretas volvieron a conducir enseres y trastos viejos, esta vez representados por los descendientes de aquellos colonos de 1904, tradición que perdura hasta hoy.
Este año, el sábado 10 de marzo, nuevamente una veintena de carretas volvieron a entrar a Pastene con un numeroso grupo de familias descendientes de esos primeros colonos, vestidos con trajes de época y decorando las carretas con utensilios que se usaban en las labores del campo.
Esta celebración ha tenido el mérito también de mantener vivo el uso de la carreta chancha, de realzar el papel que jugó no sólo en la colonización de Pastene, sino en todo el trabajo que se realizaba en la Cordillera de Nahuelbuta, como medio de locomoción propio de esta zona.
Al lento caminar de los bueyes, acompañaba el alegre sonido de los acordeones y de canciones del campo italiano como «Quel Mazzolin di Fiori»; mientras en otra parte del desfile, divertidas comparsas de jóvenes entonaban las viejas canciones que aprendieron de sus nonos.
Las carretas enfilan por Dante, subiendo la antigua colina sobre la que fue construido el pueblo, los vecinos aplauden, Don primo y un grupo de amigos, varios antiguos pasteninos que integran el desfile, son saludados por viejos conocidos, el sol cae directo sobre las espaldas, los rostros traspiran y allí están dos jovencitos con una chuica de chicha de veinte litros, recién exprimida, calmando la sed de los improvisados viajeros. El largo desfile se detiene en algunas casas donde residen antiguas vecinas hijas de colonos como la Señora Herminia Linfati, quien a sus 87 años, se asoma por una de sus ventanas para recibir el saludo de sus amigos que entonan canciones en italiano en su honor.
La comitiva regresa por la calle Pedro Montt, nombrada así en honor al primer Presidente que visitó la colonia, y llega hasta la plaza, donde se reúnen los modernos colonos frente a la parroquia San Felipe de Neri, hoy símbolo de la ciudad, y cantando se ubican en sus escalas, donde los múltiples fotógrafos y familiares, toman la foto final del recuerdo.
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Sagra
Como una buena celebración italiana, no pueden faltar los típicos platos de pastas. Estos se encuentran en la Sagra, que equivale a nuestras fiestas costumbristas, y que reúne en la Plaza una serie de puestos tanto de los restaurants como de organizaciones como la Cruz Roja. Ahí se ofrecían unos deliciosos capelletis, hechos de masa de harina y huevo rellenos con pechuga de pollo y longaniza bañado en un delicioso caldo de sustancia de gallina de campo y nuez moscada. “Este es un plato fino, expresan los “italianos”, pues es propio de un matrimonio o algún aniversario especial.
Un poco más allá Remo Fulgeri ofrecía sus longanizas caseras, que vaciaba en un molde para formar una especie de hamburguesa y servirla entre un pan amasado.
También se podían encontrar platos de fetuccini, polenta, gnocchi, todos a un muy buen precio de $1.000 la porción. Obviamente los característicos jamones o prosciuttos tenían su lugar especial en los bien abastecidos stand de Montecorone y don Primo.
Mención especial reciben los postres de las hermanas Leonelli: Sandra, Nancy y Dineli. Tortas de Nuez, Tiramisú, Panna Cota (crema de limón) y pasteles de frutas, lo que causaban furor entre la clientela que rápidamente hacia fila para probarlas.
Una “chichera” que prensaba manzanas maduras hacía de las suyas en un sector de la plaza y su fresco jugo de manzana era ofrecido en botellas de vidrio, a la antigua usanza local.
El gran número de visitantes hace que a muy temprana hora la Sagra comience a cerrar porque prácticamente la clientela había “arrasado” con las pastas que se ofrecían. La fiesta había comenzado cerca de las 12.00 Hrs y a las 17.00 varios locales ya no tenían nada que ofrecer.
Álvaro Scaramelli
Entre los visitantes especiales se hallaba Álvaro Scaramelli, descendiente de colonos, quien participó activamente en la carretada y en todas las actividades programadas durante el día. Expresó sentirse feliz de participar por primera vez en la actividad. Consultado sobre la simbología de esta celebración, manifestó: antes había venido a la Fiesta de la Castaña, pero siento que la carretada tiene una simbología muy importante porque mis abuelos también subieron en las carretas desde los Sauces hasta acá arriba en tiempos que no habían caminos, llegaron a hacer patria aquí a Chile y dejaron una descendencia importante de italianos y hoy valoramos el esfuerzo de haber venido desde Italia a sembrar a Chile.
Pasado el mediodía, los pasteninos tuvieron oportunidad de gozar con las canciones del cantautor, quien al identificarse tan directamente con la localidad tuvo una excelente recepción por parte del público presente. Sus canciones fueron coreadas y escuchadas con mucho respeto por parte de sus admiradores.
El Director de Cultura de La Araucanía
Hubo varias autoridades que hicieron uso de la palabra durante el acto efectuado en la Sagra, entre ellos estuvo don Benjamín Vogel, Director de Cultura de la Araucanía, quien visiblemente emocionado se dirigió al público: Quiero decirles ahora, yo tengo 37 años en la Araucanía y nunca había visto una acción tan concreta de una colonia como lo hace la colonia italiana aquí en Capitán Pastene, realmente estoy conmovido. Y esto me va a llevar con mayor convicción a realizar el próximo año un viaje patrimonial desde Talcahuano a la Araucanía en el tren de La Araucanía para reeditar el viaje de estos pioneros. Mis bisabuelos fueron colonos suizos en Ercilla y también tienen que estar los suizos, los alemanes y los franceses, pero ustedes dan la pauta. Un aplauso para ustedes.
Consultado por nuestro medio al bajar del escenario, manifestó estar absolutamente conmovido porque para él fue una sorpresa ver como los pasteninos estaban tan organizados para esta actividad. Bueno los italianos en estos momentos dan la pauta en La Araucanía, yo no sé de otras colonias que hagan lo mismo que se ha hecho en Capitán Pastene hoy, expresó. Como Director de Cultura demostró también estar muy contento por el apoyo de la juventud a esta celebración, ya que en todo momento se pudo ver su participación en forma interesada y convincente, especialmente en lo que se refiere al rescate de las tradiciones.
Opinan los organizadores
Alfonso Estefanini, uno de los dirigentes del ente cultural pastenino, expresó su satisfacción por los resultados, debido principalmente al apoyo de las instituciones sociales y culturales de la colonia que tomaron a su cargo la celebración este año: Acá no sólo se celebra la llegada de los italianos, sino que se celebra la fundación de un pueblo y si tú puedes ver acá no tenemos sólo personas de descendencia italiana, sino de todo el pueblo apoyando en alguna forma para que todo esto resulte como estaba planificado. Más adelante agregó: Hace 15 años atrás Pastene era un pueblo hermético. Nadie conocía de su existencia, sin embargo hoy día no es difícil encontrar gente de las más diversas ciudades almorzando en alguno de los restaurantes de comida italiana de nuestro pueblo. Eso indica que ha habido un cambio, que se han hecho cosas que han permitido que ello suceda.
Por su parte Enrique Fulgeri, Presidente de la Fundación para el Desarrollo Comunitario de Capitán Pastene, expresó: Me parece que estamos recién comenzando en la realización de las actividades que culminan el domingo, que hasta aquí han sobrepasado lejos las expectativas que teníamos.
Hubo un aumento de participación en la carretada que es una de las actividades más típicas de acá, que concita el interés de gente de afuera de la ciudad y también de parte de gente del pueblo que se ha incentivado por participar.
A partir de la iniciación de las actividades más relevantes de la Colonia el Fondo de la cultura FNDR siempre ha estado presente en el financiamiento de actividades y las autoridades regionales se han sumado últimamente con mucho entusiasmo a esto.
Esta es una actividad de homenaje y de recuerdo a la memoria de los colonos fundadores, a partir de eso se inician otras actividades que tiene que ver con el turismo, con las ferias que tienen los comerciantes, pero cuando el desarrollo tiene que ver con una actividad tan limpia como es el turismo, todos los demás podrían perfectamente sumarse y desarrollar sus actividades en el respectivo género.
Respecto del incentivo para continuar con estas actividades está absolutamente claro y vigente el recuerdo de la hazaña de los pioneros para colonizar estas tierras, esa es la materia principal y luego pueden adicionarse otras iniciativas.
