Restauración de los Ex Arsenales de Guerra: Edificio Ejército Bicentenario

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Ubicado a un costado del parque O´Higgins con su imponente fachada de ladrillos y sus característicos torreones,  los Ex Arsenales de Guerra han sido restaurados y, junto a otras dos edificaciones modernas, albergarán a partir de ahora a la propia Comandancia en Jefe del Ejército y otras unidades.

Dos años han demorado los cuidadosos trabajos de restauración del edificio patrimonial del Ejército, cuya fisonomía arquitectónica se encuentra en la retina de los santiaguinos  y  que data de 1896. Declarado Monumento Histórico el año 2000,  la más que centenaria construcción sufrió graves deterioros en el terremoto de 2010. Pero junto con restaurarla y darle usos remozados a sus espacios interiores, se emprendió la edificación de  modernas ampliaciones aledañas, unidas a la  antigua, armoniosamente,  por grandes espacios exteriores y galerías. Ello ha permitiendo dar nueva vida y proyección al tradicional recinto militar, cuya intervención y destino actuales no sólo lo preservan sino que  elevan significativamente su nivel e importancia.

El conjunto ha sido rebautizado como Edificio Ejército Bicentenario y fue elegido por una comisión interdisciplinaria como el mejor lugar para abrigar las nuevas oficinas de la Comandancia en Jefe. Las razones se sumaban para ello: la tradición histórica del recinto, su cercanía al Museo Militar y al Parque O´Higgins (escenario de las  Paradas Militares)  y el formar parte de un conjunto de construcciones emblemáticas de calle Blanco Encalada como la Facultad de Ingeniería de la U. de Chile y el Club Hípico, las cuales potencian así mutuamente su presencia urbana y contribuyen a rescatar el significativo patrimonio arquitectónico del barrio y con ello enriquecer el  de la ciudad.

El Ejército da así una muestra de sensibilidad y de sintonía encomiables con el movimiento  de madurez cultural que se verifica en ámbitos y sectores muy variados del Chile de hoy. Nos referimos a la tendencia que se va afirmando, de unos años para acá,  al re-encuentro de nuestras raíces como país; tendencia que sabe poner en valor la memoria histórica,  asumiendo y preservando con sencillez y determinación la identidad nacional,   para modernizarse y progresar rumbo al futuro en la sendas abiertas por la tradición.

Son 20.500 metros cuadrados los que fueron restaurados por el consorcio DLP-Ingevec. Alejandro Pérez, administrador de la obra cuenta que debieron contratar a 120 experimentados artesanos especialistas en el trabajo en madera y hierro para convertir las antiguas bodegas de los arsenales en lugares amplios y funcionales que se adecuaran a los requerimientos del Ejército: “El mayor desafío fue trabajar materiales nobles muy sensibles que debieron ser tratados con equipos que no permitían dar las velocidades normales en una construcción. Había que darle el tiempo al elemento que lo requería.”  Pérez explica que  “hubo que adaptar normas modernas a un edificio antiguo. Nos encontramos con elementos metálicos que no eran soldables, y hubo que optar por medios mecánicos. Hubo fundaciones en que la argamasa se deshacía. Hubo que aplicar mucho ingenio en desarrollar este proyecto”.

A su vez, el jefe de proyecto por parte del Ejército, coronel Mauricio Heine, relata que los miles de adoquines de los antiguos patios debieron ser retirados y reubicados, a fin de mantener la estructura.

Es necesario tener en cuenta, destaca él, que “los materiales que usaron en los antiguos arsenales eran nobles, pino oregón y fierro.” Y los trabajos de restauración incluyeron la reparación y reposición de ventanas, postigos, puertas, barandas, bisagras, cielos y pisos. Cuando faltaba alguna pieza, se fabricó una similar pero con la inscripción “R 2010”, como norma de restauración de Monumentos Nacionales. Se implementaron gruesos pilares de hormigón armado para dar estabilidad a las viejas paredes de ladrillo y se recuperó un antiguo montacargas que funcionará con sus poleas a la vista.

Las que otrora fueran bodegas albergarán ahora un moderno anfiteatro para 300 personas, en cuya entrada se encuentra, en destaque, la primera piedra de la histórica construcción, descubierta durante el proceso de restauración.

Al antiguo edificio se sumaron dos más, de acuerdo a las más modernas normas de arquitectura y sustentabilidad, uno ubicado al centro para la comandancia en jefe y otro para una serie de unidades militares.

Con la llegada de la Comandancia en Jefe, a fines de mes, en el edificio Ejército Bicentenario pasarán a trabajar 1.200 personas en una superficie total de 31.500 metros cuadrados, con 360 estacionamientos subterráneos y un helipuerto. 72 paneles solares ayudarán a calentar el agua para calefacción y servicios, a un costo de 1.089.543 UF provenientes de la Ley del Cobre.

Mientras, a las oficinas del Ejército en  calle Zenteno, se trasladará el Ministerio de Defensa, el cual quedará así ubicado en el eje cívico del Palacio de la Moneda.