Procesión del Carmen: Este Año Coincide con Momentos de Preocupación para Católicos Chilenos

Este domingo 28 de Septiembre es la Procesión de la Virgen del Carmen en Santiago.

Una venerable tradición

La procesión del Carmen por las calles céntricas de Santiago se celebra nada menos que desde 1778.  Esta antigua tradición forma parte escogida de nuestro patrimonio religioso como nación, mostrando el profundo y filial vínculo histórico que se fue entrelazando entre el pueblo chileno y su Gran Protectora.

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Es una celebración colectiva del cariño y devoción de los santiaguinos a la Virgen Madre del Carmelo, donde se hacen presente todas las categorías sociales –como una gran familia– para agradecer a la Madre de Dios y nuestra Madre su protección sobre la patria y sobre cada uno de sus hijos y, al mismo tiempo expresar públicamente la ufanía en la fe católica.

Antiguamente se realizaba el mismo día de la fiesta litúrgica de la Virgen del Carmen, o sea el 16 de Julio y su transcurso era desde la Basílica de El Salvador,  donde permanecía la venerable imagen, subiendo por la Alameda con los balcones de las casas abarrotados de gentes y adornados con tapices colgantes y acompañada por una inmensa multitud, para luego regresar a la Basílica por otras calles céntricas. Ahora, la procesión se realiza el último domingo del Mes de la Patria, septiembre, destinado por la Iglesia de Santiago a ser el día de la Oración por Chile y en vísperas del inicio de otra tradición muy arraigada y querida de los católicos chilenos: el Mes de María.

La histórica imagen se encuentra, hoy en día, en la Parroquia del Sagrario — al costado de la Catedral – enteramente restaurada y transformada en su hermoso santuario,  desde cuyo trono en el altar mayor ella reina maternal sobre sus hijos. Allí es visitada diariamente por incontables fieles e inclusive por turistas del mundo entero que llegan a conocer el templo metropolitano. Desde allí también sale para la gran procesión, que actualmente recorre las calles del centro de la Capital hasta frente al Museo de Bellas Artes donde se realiza la solemne Eucaristía, para volver desde allí hasta el Sagrario.

Momentos de serias preocupaciones para los cristianos chilenos

Este año, la manifestación mariana se da en días que para la opinión católica no son comunes. Nos enfrentamos, en realidad, a un momento de gran preocupación para los cristianos y para los chilenos en general, pues el país entero ha sido puesto, de improviso, en una seria encrucijada:

procesion de la virgen del carmen dua de la oracion por chileCuando menos se esperaba, irrumpieron en el escenario de nuestra vida pública fuertes presiones de determinadas corrientes laicistas impregnadas de ciertos matices de cristianofobia. Tales corrientes revelan querer imponer con arrogancia una liberalización relativista de nuestras leyes y costumbres. Y se manifiestan, a la vez, nostálgicas de un estatismo dirigista hostil a los derechos de la persona individual, de su iniciativa particular y de sus legítimas libertades, tensionando nuestra vida pública.

Católicos y evangélicos constatan hoy, ya en franco estado de alerta, que estos sectores radicalizados quieren imprimir su impulso a múltiples reformas simultáneas que, bajo su presión, se han revelado improvisadas y mal definidas; algunas están debatiéndose en el Congreso en una tensa discusión a marcha forzada y que va sumiendo el país en la incertidumbre. Otras más ya se anuncian para luego.

El conjunto de esos proyectos en discusión presentan aspectos que parecen afectar seriamente la libertad de la educación, el crecimiento económico y el  empleo, bien como las legítimas aspiraciones de progreso de pequeños y medianos empresarios y, a la larga, del país entero. Entre los proyectos que se anuncian, hay los que amenazan dar paso a un proceso de menoscabo de la integridad de la familia cristiana y al atentado contra la vida del niño por nacer.

A lo anterior se agrega que los promotores más radicales de este cambio multiforme  – sus impulsores minoritarios, pero más activos y dinámicos — buscan completarlo con el llamado a una Asamblea Constituyente con carácter refundacional del país, como si este se encontrase en un crisis institucional…En tal contexto, una iniciativa tan artificiosa como esa es vista con razón por la mayoría de los chilenos, como la abertura de una caja de pandora: de dentro de ella pueden saltar a la luz pública muy malas sorpresas…Los mismos sectores radicalizados podrán querer transformarla en el inicio de un proceso que empuje a Chile hacia el rumbo revolucionario populista y laicista que ya aflige a varios países hermanos. Como está aconteciendo más definidamente en Venezuela o Bolivia; en donde auténticas dictaduras encubiertas se encuentran en etapa de franca consolidación.

“A Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar…”

Ante este panorama, no puedo dejar de acordarme del canto religioso popular que tanto escuché en mi juventud, cuya melodía me dicen ser de uno de los himnos que, en el siglo XVII, introdujo San Luis Maria Grignion de Montfort en sus fervorosas misiones  en el Sur de Francia. Me refiero a aquel cuya letra, entre nosotros, comienza con la frase “Hasta tus plantas Señor llegamos…” y que proclama en su célebre estribillo: “a Dios queremos, en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar”…

Ciertamente en la procesión de este Septiembre de 2014, junto al himno carmelitano “Virgen del Carmen Bella”, se volverán a escuchar en algún momento, como siempre,  estas antiguas estrofas que piden la presencia de Dios en nuestras leyes, escuelas y hogares. Pero esta vez para muchos espíritus con un significado de actualidad renovada y apremiante.

Conscientes del gran poder de la oración, es el momento de acudir en familia, con serenidad y confianza en la protección materna de la Virgen del Carmen, a la convocatoria anual del día de la Oración por Chile que la Iglesia de Santiago nos hace para estar este domingo a las 15:30 en la Plaza de Armas, frente a la Catedral metropolitana.